Cuando la elegancia es más sexy que lo evidente
Sensualidad suele evocar imágenes sutiles: una copa que tiembla entre belleza lujosa dedos, miradas sostenidas y una atmósfera que parece susurrar. Por otro lado, la elegancia evoca imágenes de un salón con candelabros, trajes de buen corte y modales que podrían derretir un cubo de hielo. ¿Qué ocurre cuando la provocación se encuentra con l